Revisión 2025 de la Taxonomía UE: ¿cómo afecta el flujo de fondos verdes para las empresas?

La taxonomía verde de la UE es un sistema de clasificación diseñado para definir qué actividades económicas pueden considerarse ambientalmente sostenibles. En 2025 se han impulsado actualizaciones clave que afectan a los informes ESG, los criterios de financiación y el alineamiento corporativo.

“”, afirma el equipo de Envolta Global.

¿Qué es y por qué es importante?

  • La taxonomía establece seis objetivos ambientales: mitigación del cambio climático, adaptación, uso sostenible del agua, economía circular y prevención de la contaminación, protección de la biodiversidad y ecosistemas.

  • Para que una actividad sea considerada “verde” debe:
    o Contribuir de forma significativa a uno de estos objetivos.
    o No causar perjuicio significativo ( DNSH , Don No Significante Harm ) a otros objetivos.
    o Cumplir con los estándares básicos de derechos humanos y laborales.

  • La taxonomía sirve para orientar las inversiones hacia actividades verdaderamente sostenibles y evitar el greenwashing .

Novedades de la revisión 2025

  • · En marzo de 2025, la Plataforma de Finanzas Sostenibles publicó un documento con los cambios propuestos para el nuevo acto delegado de la taxonomía, con impacto directo en el reporting bajo la CSRD y en la forma en que se evalúa el alineamiento.

  • Una de las recomendaciones es simplificar el enfoque DNSH (“No causar daño significativo”), aclarando los cálculos, los KPI aplicables a la facturación o gastos de capital, y la presentación de informes para diferentes tipos de empresas (financieras vs no financieras).

  • Se remarca que la simplificación no puede interpretarse como una rebaja de las exigencias: la taxonomía debe seguir garantizando que las inversiones verdes sean reales y materialmente sostenibles.

  • Además, las directrices consideran facilitar el acceso de las pymes al sistema, con metodologías adaptadas y menos cargas administrativas.

Cómo condiciona la financiación sostenible para las empresas

  • Bancos, fondos y entidades financieras evaluarán proyectos y empresas en función de su grado de alineamiento con la taxonomía. Las actividades que no cumplan podrían tener un mayor coste de capital o un acceso reducido a la financiación ESG.

  • Relación directa con el reporting ESG/CSRD
    Las empresas sujetas a la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) tendrán que demostrar en qué medida sus actividades están alineadas con la taxonomía. Las novedades de 2025 pueden modificar criterios de cálculo y umbrales.

  • Mayor exigencia en evidencia y transparencia
    No será suficiente con declaraciones genéricas; será necesario demostrar con métricas, evidencias y documentación el nivel de alineamiento concreto según los criterios de la taxonomía.

  • Redefinición de prioridades sectoriales
    Los sectores con mayor peso (energía, construcción, transporte, manufactura) deberán adaptarse con mayor urgencia, ya que representan gran parte de las emisiones europeas.

  • Riesgo reputacional y capital inversor acondicionado
    Las empresas con poco alineamiento tendrán desventaja frente a competidores mejor posicionados, lo que podría afectar a su valoración ESG y al acceso a la inversión responsable.

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